miércoles, 31 de marzo de 2010

Francisco Figueroa

Hablemos de sus inicios,

Francisco Figueroa comenzó a jugar en el Jerez Industrial en el año 1983, formando parte del equipo juvenil. Su trayectoria como jugador está dividida en dos etapas en las que se consagró como uno de los referentes del club. Actualmente trabaja para una empresa de servicios como responsable de cuenta, trabajo que ya compaginaba con su carrera como futbolista en la que llegó a militar en equipos de la talla del Granada C.F.

Hablemos de sus inicios, ¿con que edad se inició en la práctica del fútbol?

-Desde que tengo uso de razón ha sido un hobby incentivado, en gran parte, por mi padre que era un gran aficionado al deporte en general y al fútbol en particular. Jugar al fútbol se convirtió en algo habitual, casi un ritual diría yo, en mi familia.

¿Cómo llegó al Jerez Industrial? ¿Quién se fijó en usted?.

-Llegué de la mano de una persona muy conocida en el mundo de la hostelería jerezana, Antonio Molinillo. Es un gran aficionado al fútbol y actualmente mantengo una estrecha amistad con él. Me vió en el Instituto Padre Luís Coloma y me llevó directamente a entrenar con los juveniles del Jerez Industrial. Para mi fue mi padrino futbolístico.

¿Descríbanos como fue su debut con nosotros?

-Creo recordar que fue en la temporada 83-84, contra el Alcoyano, y el entrenador era Toni (Sevilla). Recuerdo de ese partido la diferencia de ritmo con los juveniles y la gran profesionalidad que tenía en esa época la tercera división. Como anécdota os cuento que mi primer remate (de cabeza) se estrelló en el larguero.

En su dilatada trayectoria como jugador, ¿Con qué entrenador te quedas? ¿Cuál te marcó mas y con cual tenias mejor relación?.

-He tenido muchos entrenadores en el Jerez Industrial y recuerdo con cariño a Alvarado, Rosado y otros pero, sin lugar a dudas, al que recuerdo con más cariño y admiración es a Pepe Márquez ya que su aportación en el plano personal, didáctico y deportivo fue muy importante. Siempre supo inculcar los conceptos tácticos que luego son esenciales para estar a un buen nivel competitivo y comprender a cualquier entrenador. Asímismo, inculcaba una educación y disciplina sanas, como parte de tu vida deportiva y personal, para conseguir un buen nivel físico y profesional.

¿Qué jugador te impresionó más?

-He visto muchísimos jugadores con tremendas cualidades pero Dieguito de la Margara era punto y aparte. Cualquier entrenamiento era un espectáculo verlo, tenía unas enormes cualidades con el balón así como una gran visión y golpeo. Realmente creo que nunca le he visto pegarle mal a un balón.
En cuanto a la entereza en un campo de fútbol, Antonio León era la referencia de la base que debe tener un club para formar una plantilla. Jugadores comprometidos, valientes, con calidad y de la casa, a los que se puede complementar con jugadores de fuera para mejorar un equipo, pero que son fundamentales para una base sólida de club.


¿Qué momento recuerdas con más cariño?

-En el Jerez industrial todo lo recuerdo con cariño, era mi casa, mi afición, mi club, siempre se me ha tratado con cariño.

¿Y con mas desencanto?

-Ver como hemos tenido en la mano hacer cosas buenas y hemos desaprovechado la oportunidad, con generaciones de futbolistas que destacaron y no supimos retenerlos, compensarlos y afianzarlos en el equipo.

¿Cuéntenos una anécdota que recuerde especialmente?

-Ésta no es del Jerez Industrial pero creo que merece la pena contarla por graciosa. Antes de una charla en el vestuario, antes del partido, un compañero decidió gastar una broma y se metió en el cesto de la ropa. Pues resulta que empieza la charla, todos nos metemos en situación y nos olvidamos del tema, y cuando llevamos unos veinte minutos de charla se hace referencia a ese compañero que debía ejecutar las faltas y no lo encontrábamos, hasta que escuchó su nombre y salió del cesto de la ropa (que estaba en medio de todos),s e había quedado dormido y no se había enterado de nada.

Echando la vista atrás, ¿qué le ha aportado el fútbol como persona?.

-Muchísimas cosas. Salud, tanto física como emocional, muchos buenos ratos, sacrificio, buenos amigos, compañerismo y la importancia de valorar la lealtad ya que se viven muchos momentos donde se pone a prueba los intereses individuales ante los colectivos.

¿Se sintió decepcionado con el club tras su retirada?

-No, las entidades son sentimientos por encima de quien pueda dirigir el club en cada momento y el cariño que siempre le he tenido al club y a su afición siempre ha estado por encima de las veces que no me haya sentido valorado lo suficiente.

Por ultimo, ¿qué opinión le merece la delicada situación que atraviesa el club?

-Vista desde fuera es incomprensible y absurda, aunque carezco de mucha información, pero jugar al filo de la navaja es peligroso.

¿Qué mensaje lanzaría a esa afición que con tanto cariño le recuerda?

-Que como siempre apoyen al equipo y velen por sus intereses.

¿A quien nos recomendaría que entrevistásemos para nuestra sección “qué pasó con...”?

-A Ignacio (Defensa lateral Izquierdo que después jugó en el Huelva).
Pero, antes de terminar, me gustaría hacer referencia a la cantera para felicitar y alentar a sus responsables. Es importante que sepan inculcar, por encima de todo, el amor al deporte sin ningún otro interés que mejorar en lo deportivo y en lo personal. Deben procurar que el esfuerzo de los deportistas vaya emparejado a un crecimiento personal y educativo que propicien, por encima de otros objetivos, una forma de vida como base para su desarrollo personal.
Puedo asegurar que he visto muchísimos jugadores con dotes deportivas para jugar en Primera pero sólo pueden llegar unos pocos y por el camino se descuidan muchos aspectos de crecimiento personal y formativos.

-Muchas gracias, industrialista

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